sábado, 31 de enero de 2015

Mis Premisas Roleras



Hola a todo el mundo. Creo que es redundante, pero me gusta el rol; lo que no es ninguna gran revelación, porque me podéis haber leído o leer cualquier entrada dedicada a ello. Sin embargo, hay que explicar que uno de los puntos sobre la afición al rol que siempre hace falta explicar es que es algo ficticio, un entretenimiento que se apaga cuando se cierra un libro y donde nos desligamos de otros elementos, pero como digo, sólo un ratito, el de la partida. Al contrario de lo que ocurre con tantos y tantos "normales" que no se quitan la camiseta de su equipo deportivo o los cascos con los discos de su cantante, creamos un momento e incluso lugar determinados, y luego aunque volvamos a eso, no tenemos una especial devoción por juegos por lo más normal, no se es peor jugador por jugar muchos o pocos o uno en concreto, y no se suele atacar o criticar esas mientras no importe a la hora de divertirnos.

El rol no es para todo el mundo, pero tampoco debe ser sólo para iniciados. Es algo más complicado que el "Indios y vaqueros" o "Policías y ladrones", pero más formal, con reglas no necesariamente acordadas ni creadas ad hoc y la figura del "árbitro". Pero la idea es la misma, es un cambio de roles. Una interpretación, más o menos vivida o evidente, ponernos en la piel de personajes que viven peripecias interesantes. Sean estas peripecias de corte emocional, intelectual o puras aventuras de fantasía, acción y tesoro; los géneros son lo que se suele dividir o unir a los roleros. Como hay para casi todos los gustos, escoger a veces puede hacerse largo.

Y más largo puede hacerse cuando uno desea hacerse un personaje, donde hay que mediar (con o sin ayuda del director de juego) entre los deseos propios y la coherencia apropiada para cada género. Volviendo al ejemplo anterior, ¿os imagináis jugar con un indio entre policías y ladrones? Pues existe ese riesgo, pero al mismo tiempo los buenos juegos de rol permiten eso, que hagas el personaje que quieras, porque eso significará que el director de juego o narrador podrá contar las historias que quiera, pero si la aventura requiere moverse entre el hampa y los juzgados ¿Realmente es la historia del indio protector de la naturaleza?. Un buen juego te lo puede permitir, pero un buen jugador intenta hacer al narrador o director partícipe de su personaje, siendo él partícipe de las historias del narrador, eso crea una coherencia que permite ir hacia delante, e interpretar bien a tu personaje, lo que resulta divertido.

¿Pero cómo se interpreta bien al personaje? No hay una manera, en el libro de 5ª Edición de D&D hablan de los dos modos, el interpretativo puro y el descriptivo, y el punto intermedio; que es lo que se suele usar. En el interpretativo tú eres actor: "¡Eh tú suelta la bolsa pillastre!". En el otro dices que increpas al ladrón. Pero para las partes más activas siempre caes en un punto intermedio. Pero es importante, ojo, que para interpretar tienes que conocer, la improvisación no es siempre la única y final forma de jugar e interpretar bien. Un personaje puede cambiar, pero no de bote pronto el personaje callado y cortito puede soltar un discurso, resulta tan incorrecto como decir que el personaje en silla de ruedas esquiva y da una patada voladora... Tanto una cosa como otra pueden salir de mala improvisación, para jugar bien debes saber donde estás (lo que depende del director de juego y sus explicaciones y descripciones), pero también recordar quien eres (y eso depende de conocer y entender a tu personaje). Por eso yo no juego en privado, porque ahorro tiempo de "y les cuento lo que sé/he visto" y porque si no se lo cuentan, en general el grupo se supone formado por gente afín y que ha vivido cosas, un cambio de conducta lleva a suspicacias y a interpretación. Otra cosa es que se coordinen mentalmente sin estar presentes unos y otros, pero bueno.

Como conclusión: Una partida aburrida es culpa muchas veces del narrador, pero una inconclusa puede serlo de cualquiera de la mesa. En breve más y mejores cosas de parte de vuestro amigo y ciber vecino Mario.

2 comentarios: