sábado, 8 de diciembre de 2012

Ficción que algo queda

Hola a todos, siento el tiempo que llevo sin escribir; me he viciado a varios vídeo juegos (y para rematar mi familia también ha estado bastante viciada con el ordenador). Pero falta de escritura se cura escribiendo, voy a escribir un poco... tengo ideas que plasmar y bastante que improvisar ¡Adelante!
Bueno, pues estaba pensando el otro día sobre los géneros (uno de mis temas clásicos), y la asunción de que sólo al superarlos o des-hacerlos cuando escribes eres realmente un buen escritor. En realidad ese no es el caso del todo: Un buen escritor plasma algo, que al ser leído es entendido con poca diferencia por el lector. Un genio, pues pese a que suene pedante, logra  escribir algo que le sobreviva a él y a su tiempo; o cambie a todos a revisar lo que saben. Genios hay pocos, y no se aprende más que a sobrellevarlo, pero a ser buen escritor se aprende escribiendo (Otras cosas que he ido diciendo en otras entradas).
De todas maneras no olvidemos al público y a los géneros, que sin obras y lectores no hay cultura ni literatura. ¿Puede la actitud de estudio o visión de los géneros cambiar algo? Pues de primeras cambia los hábitos de consumo de quienes leen y miran, porque a menor presión por o contra un género u otro, favorece la libertad ¡Fijaos la de series americanas que antes eran impensable ver bien en nuestro país!
Pero yo a veces creo que es nuestra actitud como sociedad frente a la ficción lo que tiene relación con otras muchas cuestiones sociales. Los países anglosajones tienen a autores de ciencia ficción y fantasía en sus altares mientras que aquí los vemos como increíbles y para un público inmaduro. No digo que mucha literatura de estos géneros sean juveniles, pero desde luego no toda; no hay que generalizar. La fantasía establece un compromiso simple con el público del que tenemos que ser conscientes: yo te cuento esto que sabemos que no es cierto. En gran medida eso en los países anglosajones se entiende bien, aquí que somos amantes del realismo (más bien costumbrismo) a la fuerza ¿por qué será que tampoco destacamos en ciencias ni social ni económicamente? Porque los primeros entienden los contextos y aspiraciones, aquí nos centramos en un aquí y ahora que a veces es muy limitado con conformidad.
*Resumiendo con una comparación: ¿Qué es más verosímil? ¿Qué un héroe en una historia de fantasía derrote a un gran dragón con una espada mágica o qué siempre haya una misteriosa herencia en las telenovelas latinas que permiten ascender en la escala social a uno (casi siempre ella) de los protagonistas? Vale, en nuestro mundo existen las herencias; pero los personajes de género telenovelesco dependen del mismo "pacto" que hacemos cuando nos convertimos en testigos de historias de fantasía con dragones. En este caso son los clichés y modos que tiene un género, no tanto elementos habituales como son la magia y los dragones, si no en lugar de ello, formas y constantes elementos reiterados muy habituales. Al final el costumbrismo y la fantasía pueden no ser mucho más verosímiles entre sí mirados, incluso la fantasía ser más convincente por ser consecuentes y concretos en su propia integridad narrativa.
Para cerrar:* La ficción os hará libres, como la verdad, porque la buena ficción libera de límites.
Y pronto más cosas de parte de vuestro amigo y ciber vecino Mario.
[*Actualizado en 10:30 del 10/12/12]

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